La recepción de mercancías, primer eslabón de la cadena de suministro, ha sido tradicionalmente un proceso manual y propenso a errores, con altos costes operativos. Hoy, innovaciones como los sistemas de clasificación automática (sorters) o los túneles con lectores por radiofrecuencia (RFID) han revolucionado esta fase esencial en el trabajo de almacén. De hecho, como corroboran los especialistas de MIM Patchwork Service, “la recepción de mercancías avanza hacia un futuro de eficiencia y precisión sin precedentes, gracias a las nuevas tecnologías y dispositivos de automatización intralogística”.
Un cuello de botella
La recepción de mercancías –o inbound– es uno de los mayores cuellos de botella en la logística moderna. Aún se realiza de manera mayormente manual, lo cual incrementa los errores en la identificación de productos y en su ubicación. Además, limita la velocidad de procesamiento frente a los sistemas automáticos, que alcanzan hasta 1,8 metros por segundo. Estos factores generan retrasos en toda la cadena de suministro y afectan a la productividad y la satisfacción del cliente en momentos críticos de demanda.
Automatización: una herramienta clave
¿Cómo superar estos desafíos? La automatización intralogística se alza como una herramienta fundamental. Los sistemas automatizados alcanzan una precisión próxima al 100% en operaciones de transporte, identificación y clasificación, y hay opciones capaces de procesar hasta 20.000 productos a la hora. Algunas de sus ventajas clave son:
- Mayor eficiencia. La automatización acelera procesos operativos como la recepción, clasificación y el almacenamiento. Reducen a minutos tareas que de forma manual suponen horas.
- Menos costes laborales. Al eliminar tareas repetitivas y manuales, las empresas requieren menos mano de obra y logran ahorros significativos en salarios y formación.
- Gran precisión Los sistemas automatizados minimizan los errores y garantizan inventarios más precisos, más exactitud en la preparación de pedidos y un mejor seguimiento de envíos. De esta forma, reducen riesgos y aumentan la satisfacción del cliente.
- Entornos seguros. La automatización crea un entorno laboral más seguro al reducir la exposición de los empleados a tareas físicamente peligrosas y exigentes.
- Mejor gestión de la demanda. Los sistemas automatizados permiten escalar la operación durante picos de actividad sin necesidades de más personal, mientras aseguran una respuesta rápida y eficaz.
Dispositivos clave
La automatización de la recepción de mercancías puede implementarse de forma parcial o integral, ya sea mediante la combinación de dispositivos manuales con sistemas automatizados o la interconexión de múltiples equipos mediante transportadores. Entre los dispositivos más destacados para esta fase se encuentran:
- Transportadores telescópicos. Optimizan la descarga en las zonas de recepción. Permiten ajustar su longitud y adaptan su velocidad y dirección para mejorar el flujo de mercancías.
- Túneles RFID. Identifican automáticamente los artículos al ingresar al almacén. Eliminan la necesidad de escaneos manuales y alcanzan una precisión próxima al 100%.
- Transportadores ligeros y pesados. Con opciones de banda, rodillos o gravedad, estos sistemas que se adaptan a cargas de todo tipo facilitan el flujo entre áreas del almacén o dispositivos de trabajo.
- Sorters. Los clasificadores automáticos, con formatos como el cross-belt o el pop-up, son capaces de procesar hasta 20.000 artículos por hora en base a criterios personalizados. Optimizan el flujo de almacén y garantizan la ubicación rápida de mercancías.
- Equipos de medición, pesaje y lectura de códigos. Estos nuevos sistemas combinan la potencia de la IA, RFID y lo último en sistemas de pesaje y visión 3D para registrar mercancías en menos de un segundo. De hecho, son un 67% más rápidos que el proceso manual.
La automatización en la recepción de mercancías está redefiniendo el panorama logístico. “Las empresas que adopten estas tecnologías tendrán una ventaja competitiva en eficiencia y precisión”, aseguran desde MIM Patchwork Service. En un entorno logístico cada vez más digitalizado, el éxito dependerá de la integración y adaptación tecnológica.
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